20 AÑOS DE DESPRECIO Y EJECUCIÓN A LA HOMOSEUALIDAD

Samuel Chambers tenía 24 años de edad cuando cruel y brutalmente  fue decapitado, asesinado, a punte machetazos como nadie debe serlo, un 10 de Noviembre

Recuerdo a Samuel como un joven libre de vivir en armonía con su pensamiento y sexualidad. Él elaboraba su propia vestimenta, haciendo con túnicas, togas y mantos el estilo de su indumentaria; cosechaba sus propios alimentos, y brindaba talleres de permacultura a la sociedad. Su actividad de costumbre diaria era salir a pasear junto a su perro demostrando el amor hacia los animales y todos los seres vivos. Su desarrollo económico de sostenimiento era el trueque. Samuel siempre fue recíproco, tanto sentimental y materialmente, con todas las personas y amigxs; él nunca recibía sin entregar algo a cambio.

A 20 años de conmemorar la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador es mi obligación decir que las personas de diversidad sexo genérica en este país seguimos siendo criminalizadas y aniquiladas por el Estado y la sociedad. En efecto, dentro de un sistema facho, consumista y patriarcal, cuando somos personas que nos consideramos diferentes somos eliminadxs.

A pesar de que en la Constitución se respalda y garantiza a las personas de la diversidad, en el cotidiano y en la realidad, los sueños de hippie, sueños de juventud, sueños de ser diferente no pueden existir. 

Mí persona y Samuel coincidíamos en accionar la lucha trans-feminista y por esta causa atribuyo el motivo de su muerte y del resto de cuerpxs diversxs que también han sido asesinadxs. Samuel recibía los estigmas del patriarcado por no tener el estereotipo de un hombre conservador y convencional, por su forma de transgredir y construirse en una masculinidad diversa más sensible, amable, feliz, ecologista e inteligente.

Responsabilizo al Estado de todas las muertes y fomentar los grupos de odio basándose en la normalidad. Soy una mujer transexual y en mi niñez mi sueño más preciado era el de ser diferente porque eso me hacia especial; pero ahora con mucha tristeza mis sueños son lacerados porque los "normales" están exterminando a los diferentes.

Recordar el 27 de Noviembre de 1996 es algo justo y necesario para la comunidad GLBTIAP+ gracias a los activistas y organizaciones de la época se despenalizó la homosexualidad para sacar a esta orientación sexual del marco legal catalogada de delito.

Hace 20 años atrás los hombres homosexuales pagaban la condena de pasar 8 años en prisión por hacer visible su vida sexual por la violación u omisión al artículo 516 del código orgánico penal, sin embargo, considero es oportuno también hablar sobre los delitos de sangre que acontecieron hace 20 años y continúan suscitándose.

Delito de sangre es todo hecho que se comete contra la vida e integridad de una persona, los abusos de los poderes policiales, sociales, judiciales y estatales han torturado y condenado a toda la comunidad representada por el arcoíris multicolor.
      
Son innumerables las evidencias en la actualidad atentando contra la homosexualidad, empezando por la criminalización social de prejuicios y miedos por aborrecer a todo lo que en textos hebreos se conoce como sodomitas y pecadores, sumando la existencia de instituciones y clínicas del terror donde la homosexualidad es considerada una enfermedad y para curarla se recurre a violaciones, golpes, castigos, encierro donde sus principales víctimas son mujeres lesbianas, también en el espacio público está prohibido las demostraciones de afecto entre hombres homosexuales, en el campo laboral los empleadores han despedido sin motivos a los empleados que han visibilizado su homosexualidad, ni hablar sobre la salud, una falta total de atención, trato, protección a HSH y MSM, pero el aspecto más indignante es la justicia cual jamás presta atención a los homicidios y femicidios de personas de preferencia homosexual.

Celebrar dos décadas de la despenalización de la homosexualidad es continuar por la conquista de derechos: el matrimonio civil igualitario, el registro civil de la homoparentabilidad, la adopción conjunta de las personas del mismo sexo y el resto de políticas públicas de equidad para todxs, pero más que nada, ir contando año por año los perjuicios e indiferencias por parte del Estado hacia la homosexualidad nos hacen seguir de pie para demandar justicia y no dejar en la impunidad a los asesinatos de nuestrxs amigxs.            

Finalmente, soy muy directa en proclamar; han pasado 20 años de desprecio y ejecución a la homosexualidad, hago un llamado a todxs los seres humanos para apropiarse de esta problemática: el derecho de ser diferente es el derecho a existir. 

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